viernes, 28 de septiembre de 2012

Todo sigue igual



Bueno, pues en cuanto a lo nuestro, todo sigue igual. O peor. Los 900.000 millones de euros que debíamos a principio de año son ya casi UN BILLÓN con b de burro. Para que se entienda mejor: cada españolito debe 25.000 €. O sea, que sólo en mi casa debemos 125.000 €.

El gobierno presenta unos presupuestos en los que, a bote pronto, y sin leer mucho sobre ellos, echo en falta LA MEDIDA.  En unos presupuestos cuyo objetivo primordial debería ser la disminución del gasto público no aparece por ningún lado ninguna referencia a una reforma de la administración pública buscando su eficiencia. A las empresas, sin embargo, una vuelta de tuerca, a ver si sale algo más.

Lo que si aparece es que suben las pensiones, aunque sea para igualarlas al IPC, que hay una ayuda a compra de coches eléctricos, que vuelve a desaparecer la desgravación por vivienda (cenutrios, que son unos cenutrios, ¿pa que la ponen? ¿pa quitarla en seis meses?), y planes, y buenos propósitos y tararí y tarará. Y para eso, van a pedir prestado más dinero. Y la gente (lo que llaman los mercados están hechos de gente), se lo va a dar porque sí.

Las autoridades europeas no han leído esos presupuestos, ni falta que les hace. Se han apresurado a lanzar el mensaje de que van en la buena dirección y que cuentan con su respaldo absoluto. Lo mismo de siempre.

El termómetro que supone la prima de riesgo marcará fiebre a corto plazo. Nadie va a dar su dinero sin asumir un riesgo a esta panda de incompententes. Hoy se verá distorsionado por las expectativas al examen de la banca de mañana, pero la tendencia está clara.

Mariano, por ahí no. Tienes que meter mano a la administración pública, aunque a muchos de los tuyos les duela. Tienes pinta de alelao, ¿es sólo pinta?

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