En estos días muchas son las voces que claman por una
reestructuración del sector público. Una reestructuración que implique una
reducción de la plantilla y una optimización del gasto. Frente a esa corriente,
otra que esgrime dos razones: pérdida de calidad en el servicio y aumento del
paro.
Como me vais conociendo, sabéis que, obviamente, estoy en el
primer grupo. Añadiría un nuevo criterio, el fundamental: aumento de la eficiencia.
Ese es el verdadero leit motiv que tiene que mover cualquier reforma de la
administración pública.
Y para muestra, un botón: hay que operar a mi hija Rocío de
vegetaciones. El Sacyl nos cita para el “preoperatorio anestesia” un día a las
9:30 h. y para el “preoperatorio” el mismo día a las 12:30 h. Bien.
Acudimos al preoperatorio anestesia con la niña. Vamos diez
minutos antes porque somos imbéciles y no espabilamos. Se nos ocurrió (incautos
de nosotros) que siendo tan temprano no acumularía mucho retraso. 50 minutos de
reloj, mas los 10 que pusimos de nuestra parte nosotros, una horita. No
importa, porque todo el mundo sabe que el tiempo de los trabajadores de Sacyl
es más valioso que el del resto, así que entramos con nuestro mejor ánimo en la
consulta del anestesista.
Había dos personas. Un médico anestesista, titular de la consulta,
y supongo que una enfermera. La consulta terminó rápidamente. Nos preguntaron
el peso de la niña, la pesaron y nos preguntaron si teníamos antecedentes
familiares con reacción a la anestesia. Dijimos que no. Estas dos preguntas, no
me pregunten cómo, consumieron diez minutos de reloj en la consulta. Creo que
nos vieron la cara de estupefacción y nos dijeron “al preoperatorio no es
necesario que vaya la niña”.
“Al preoperatorio no es necesario que vaya la niña. ¡Cojones!
¿Y a quien le van a hacer el preoperatorio?. No es posible, habremos entendido
mal, a las 12:30 h. me vengo con la niña que digo yo que la querrán ver”.
No espabilas Rafilla y te mereces lo que te pasa. Esta vez
llego puntual y me reciben con sólo 20 minutos de retraso. Otro médico con otra
enfermera. Entro y me dicen:
-
¿ha traído usted el formulario
donde autoriza la intervención?
-
Si, aquí tiene.
-
Adiós.
Flipo. Un preoperatorio en toda regla.
Y según vuelvo para casa echo cuentas del negocio. Los
número son:
- Por mi parte 4 viajes al hospital (7 km)+ parking + 2
horas:
- viaje a 0,25 €/km = 7 €
- parking 2 veces 2 horas total =
4 €
- tiempo 2 h. si soy mileurista
12 €. Si gano 4.000 €/mes 45 €
Así que mi pérdida (si trabajo por cuenta propia) o la de mi
empresa (si trabajo para otros) está entre 23 y 56 €
Por la administración pública 0,6 horas de médico (pondremos
20 € coste/h) y 0,6 horas de enfermero (pondremos 14 € coste/h) salen 20 €. A
euro el minuto.
Somos unos fenómenos. La administración pública ha perdido
un euro cada minuto conmigo y yo he perdido entre 1 y 2 euros por minuto con
ella. Lo mas cojonudo es que los cuatro fenómenos que me han entrevistado
estarán hasta arriba de trabajo, harán un huevo de horas (a ese ritmo pueden
estar días sin parar y no se cansan) y se quejarán por los recortes que hace
una administración que gasta mas que ingresa sin que ellos tengan culpa alguna.
Claro que la culpa (siempre echando culpas) es de quien diseña el
procedimiento. ¿pero es que los que lo aplican no tienen nada que decir?
Se podía haber resuelto de dos maneras mucho mas eficientes
y menos gravosas para el Sacyl y para el ciudadano:
1.- me mandan un formulario, yo lo relleno en mi tiempo
libre y lo entrego en mi centro de salud. Un administrativo lo incorpora al
expediente digital y en papel y el médico tiene la información disponible
cuando haga falta. ¿coste? Diez minutos de administrativo. Coste total 1 €
(frente a 43 o 76 del caso real).
2.- un administrativo abre un expediente digital al que yo
tengo acceso y relleno. ¿coste? Dos minutos de administrativo. Coste total 20 céntimos
(frente a 43 o 76 del caso real).
Y yo pregunto: ¿no podemos tener una administración pública
donde los administrativos hagan funciones de administrativo, los médicos de
médico y los enfermeros de enfermero? No se si a ellos les importa perder
su tiempo y hacer funciones inferiores a
aquellas para las que están preparados, PERO A MI SÍ.
Evidentemente, los empleados públicos hacen lo que les
mandan, y hay un figura por ahí que es el que ha diseñado el procedimiento del
preoperatorio. Vale, pero.....¡Coño!, ¿Es que sólo lo veo yo?.
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