Como sabéis, soy aficionado del Valladolid. Este año estoy
disfrutando, más allá de los resultados deportivos porque estoy viendo otra
serie de cosas que llenan el vacío que puede dejar la evaluación de una
actividad mirando solamente los resultados. Me explico:
El Valladolid para mi es una afición, como para otros son
las series americanas, para otros la montaña y para otros el aeromodelismo. Me
gusta sentarme al aire libre durante dos horas y ver a 22 señores en
calzoncillos corriendo de lado a lado detrás de un balón. Si, me gusta. Pero no
me llena. Este año he encontrado más cosas.
El fútbol lo juegan 11 jugadores por cada equipo. Se
sobreentiende que para afrontar una temporada hacen falta entre 20 y 25. Dos
jugadores por puesto de forma que a un contratiempo con
algún jugador, siempre haya un recambio capacitado para realizar sus mismas
funciones. Durante estos años, la irresponsabilidad y la mala gestión de los
clubes, ha generado plantillas de hasta 40 jugadores (sólo se pueden inscribir
25), con lo que 15 no podían jugar nunca, 7 quedan fuera de la lista cada
partido, 5 seguro no jugarán y 3 tienen probabilidades de hacerlo. En fin. Con
plantillas así diseñadas, el 68% de los jugadores no juegan, aunque todos
tienen la sana aspiración de cobrar. Los conflictos que generan este tipo de
grupos son innumerables.
Djukic empieza la temporada con una plantilla de 27
jugadores, con puestos sobrecargados y otros deficitarios. Sólo había 2
centrales (son necesarios 4) y no había lateral derecho (se necesitan 2 pero al
menos 1). Lo primero que dice es que le gusta su plantilla y que tiene una gran
calidad y unas enormes posibilidades. Habla con dos jugadores y les deja claro
que con el cupo de 25 no tienen posibilidades de jugar. Seguirán cobrando, pero
no van a jugar. Primer problema resuelto.
Siguiente: Reconvierte dos jugadores y les enseña a jugar en esos dos puestos. Unos meses después
son pilares imprescindibles y de los mejores de la categoría en sus puestos. Se
llaman Rueda, mediocentro reconvertido a central y Balenciaga, lateral
izquierdo, zurdo cerrado, reconvertido a lateral derecho. Sólo los que han
jugado al fútbol pueden ser conscientes de lo que supone para un zurdo jugar en
la derecha. Ahora no sólo son mejores futbolistas sino que valen más
dinero. Es lo que se llama generar valor en una empresa.
El Valladolid ha sido dirigido durante los últimos 10 años
por Carlos Suárez, quien se ha mostrado como un pésimo gestor, en la línea del
resto de presidentes del fútbol español que a día de hoy lastran con una deuda
de 750 millones de euros las cuentas de hacienda y la seguridad social. Deuda
que los organismos de control y la administración han permitido y los medios de
comunicación han escondido, desviando la atención hacia la parcela deportiva de
cada club. Pues bien, fruto de esa gestión, el equipo se enfrenta a la papeleta
de trabajar sin cobrar. Esta situación ha durado 6 meses y aún continua.
Yo he sufrido retrasos en mis nóminas y se lo que es estar
trabajando y que al final de mes no cobres, y así hasta tres meses. He estado en puestos directivos y se lo que es gestionar personal. El problema
es mucho mayor en el caso del Valladolid, porque han llegado a acumular seis
meses, porque quienes no cobran son los recursos que generan toda la producción
del club y porque son profesionales muy especiales. Esos recursos son un
grupo de 30 personas, que por el tamaño puede ser fácilmente manipulable y
puede tomar decisiones que hundan a la sociedad. Nada de esto ha pasado. Todo
lo contrario. El grupo sigue aportando valor a la sociedad a pesar de no ser
correspondido económicamente. ¿Por qué? Porque ha aparecido un líder. Una luz
que les ha alumbrado el camino y que les ha explicado que ellos no tienen poder
para cambiar la situación actual, pueden ayudar, pero la gestión les
corresponde a otros. Eso sí, su futuro está en sus manos. Y su empresa podrá
ser viable en primera división, donde los ingresos son muy superiores.
Si, pero ¿y si no consiguen el ascenso? No hay problema. El
fútbol es el mejor escaparate donde mostrar la profesionalidad. A la mayor
parte de los protagonistas de esta historia no les faltarán ofertas en la
temporada 2012-2013.
¿cual es la situación actual? La estabilidad que han
aportado los medios de producción a la sociedad está permitiendo una
tranquilidad en la gestión que todo el mundo espera sea beneficiosa. El equipo
está en el camino del éxito deportivo, y, al frente de todo, un líder que nunca
pidió ayuda externa. Analizó los problemas, buscó las soluciones a que era
capaz de llegar con sus medios y las aplicó. Es decir, gestionó. Y gestionó
bien.
Extrapolo el ejemplo deportivo al momento económico y social
que vivimos. ¿que hubiera pasado si estos trabajadores hubieran estado
asesorados por un sindicato?. ¿Y si al
mando hubiera habido un político?. No puedo reprimirme ante el impulso
de responder. Huelgas y manifestaciones hubieran sido la nota habitual, lo que
hubiera dado la puntilla al proyecto. En cuanto al político. Hubiera solicitado
primero completar la plantilla con, al menos, un lateral y dos centrales mas
(30 en nómina), ante el bajo rendimiento de la plantilla (con graves problemas
laborales), hubiese seguido añadiendo jugadores vía crédito, es decir, deuda,
que mejoraran ese rendimiento. Y cuando la carga económico fuera insostenible, hubiese
pedido ayuda a la liga, a los bancos o al Banco Central Europeo, haciéndoles
encima responsables del deterioro de la situación.
Fútbol es fútbol. La vida misma.
Si señor, muy buena entrada. Como se notan los reales que te gastaste en tu MBA
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